El Mar Menor es mucho más que el paraíso de los submarinistas y los amantes de los deportes acuáticos, también es un lugar en el desconectar de la rutina y disfrutar de terapias milenarias que rejuvenecen cuerpo y mente. A pesar de ser uno de los atractivos mejor valorados a lo largo de la historia de la región, la talasoterapia y la fangoterapia ocuparon un segundo plano en la mente de los turistas que, ahora, recupera su fuerza e importancia a la hora de elegir este el lugar elegido para vacacionar.
El Mar Menor: del turismo de sol al turismo wellness
Esta parte de la costa murciana es uno de los destinos turísticos más conocidos del Mediterráneo desde los años 60. La espectacular laguna salada, una de las más grandes del mundo, ha recibido a millones de visitantes desde hace más de medio siglo, gracias a la del turismo de sol, chiringuito y diversión, aderezado en una cada vez más diversificada industria del ocio, orientada bien al deporte o la oferta gastronómica.
Este tipo de vacaciones, tan propias de las décadas pasadas, relegaron a un segundo plano la esencia vacacional del Mar Menor basada en la salud y con siglos de tradición. Tanto se llegó a difuminar que muchos visitantes se sorprendían al ver en los arenales y a orillas del mar a personas o familias completas totalmente cubiertas por los barros o lodos de este mar de interior murciano. Sin embargo, esta curiosa estampa es muy característica en todos los pueblos de la zona.
Esta curiosa “piscina natural” de origen volcánico está compuesta por agua con una altísima concentración de sal y un ecosistema propio, lo que la convirtió en uno de los destinos regeneradores de salud favoritos en tiempos de los árabes. Esta cultura impulsó una actividad balneroterápica que aún hoy se mantiene, con especial fuerza en lugares como Los Alcázares o Lo Pagan.
¿Qué hace diferente al agua y la arena del Mar Menor?
Pero detengámonos en los datos científicos que respaldan las ventajas de las aguas y la arena del Mar Menor. Los últimos análisis realizados por la Universidad de Murcia revelan que los sedimentos de sal, lodo y barro de la zona, contienen un alto porcentaje de cationes, calcio, magnesio, potasio y flúor, así como aniones, cloruro y sulfato, muy superiores a los esperables en aguas con este nivel de salinidad. Además, la granulometría medida en esta zona incluye una elevada presencia de arenas finas y muy finas (limos y arcillas), que son los verdaderos artífices de las propiedades curativas atribuidas a estos lodos murcianos
¿Cómo se traduce esto en beneficios para nuestra salud de la fangoterapia en el Mar Menor? Hagamos un repaso a las propiedades terapéuticas únicas de sus lodos y barros:
- Cuando se aplican sobre la piel, los barros marinos estimulan la circulación sanguínea y mejoran la oxigenación de los tejidos, lo que contribuye a una mayor regeneración celular y una apariencia más radiante.
- Además, su acción exfoliante suave elimina las impurezas y las células muertas, dejando la piel suave y rejuvenecida.
- Son conocidos por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Al ser aplicados en zonas afectadas por afecciones como artritis, reumatismo o problemas musculares, ayudan a aliviar el dolor, reducir la inflamación y promover la relajación muscular.
- Además de sus beneficios para la piel y el sistema musculoesquelético, ofrecen propiedades desintoxicantes y remineralizantes. Ayudan a eliminar toxinas del organismo, equilibrar los niveles de minerales y fortalecer el sistema inmunológico.
En resumen, sumergirse en los barros y lodos del Mar Menor es una experiencia revitalizante que ofrece beneficios para la piel, el sistema musculoesquelético y la salud en general. Estos recursos naturales milenarios pueden mejorar tu bienestar y brindarte una sensación renovada de vitalidad.
Pasos para disfrutar de un rejuvenecedor baño de barro
Como ya has podido descubrir a lo largo de nuestro post, los baños de barro en la costa del Mar Menor son una experiencia terapéutica y relajante que te permite aprovechar al máximo los beneficios curativos de los barros marinos. Sigue estos pasos para disfrutar de esta práctica rejuvenecedora durante tus vacaciones:
- Encuentra la ubicación adecuada: Explora las playas de los Alcázares y busca áreas donde se concentren los barros y lodos, generalmente cerca de la orilla. Podrás identificarlas por su textura y apariencia viscosa.
- Prepárate: Lleva contigo un traje de baño o ropa que no te importe manchar, toallas y agua para lavarte después. También es recomendable llevar una botella de agua para mantenerse hidratado durante el proceso.
- Aplica el barro: Una vez localizada la zona, sumérgete en ellos o aplícalos directamente sobre tu piel. Esparce el barro de manera uniforme sobre tu cuerpo, enfocándote en las áreas que desees tratar, como la cara, el cuello, los brazos o las piernas.
- Relájate y deja actuar: Una vez que te hayas cubierto de barro, siéntate o acuéstate en la orilla o cerca del agua, permitiendo que el barro se seque y se adhiera a tu piel. Aprovecha este tiempo para relajarte, respirar profundamente y disfrutar de la tranquilidad del entorno.
- Enjuágate: Después de aproximadamente 15-20 minutos, cuando el barro esté seco, dirígete al agua para enjuagarte. El agua salada ayudará a eliminar el barro de tu piel mientras te refrescas.
- Hidrátate y cuida tu piel: Una vez que hayas terminado el baño de barro, asegúrate de beber suficiente agua para mantener tu cuerpo hidratado. Después, aplica una crema hidratante en todo el cuerpo para nutrir tu piel y prolongar los efectos beneficiosos del tratamiento.
Recuerda consultar con un profesional de la salud si tienes alguna afección cutánea o médica antes de realizar un baño de barro. ¡Disfruta de esta experiencia natural y rejuvenecedora en la costa del Mar Menor!